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El Asesinato de Jose Eduardo Umaña Mendoza
José Eduardo Umaña Mendoza fue un reconocido abogado, intelectual, maestro, humanista, defensor de Derechos Humanos y de los Derechos de los Pueblos para Colombia y de otros países de la región. Uno de los mejores abogados penalistas de la historia colombiana. En el desarrollo de su labor, el doctor Umaña Mendoza ejerció la defensa de las víctimas de casos como el genocidio político de varios integrantes del partido de la Unión Patriótica (UP) y del Partido Comunista Colombiano (PCC). Asimismo, actuó como abogado de presos políticos y miembros de grupos de oposición. Dentro de estos procesos cabe destacar los Consejos Verbales de Guerra de la penitenciaría “La Picota” contra más de un centenar de miembros del Movimiento 19 de Abril (M-19) entre 1979 y 1982. Asimismo, el doctor Umaña Mendoza tuvo una destacada labor en diferentes procesos de paz, en los que asistió judicialmente a líderes de grupos armados de oposición en los procedimientos de amnistía e indulto.
En su labor como abogado se empeñó en realizar una labor investigativa a profundidad para lograr la reapertura del caso penal por el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, producido el 9 de abril de 1948, hecho histórico que motivó la gran revuelta nacional conocida como “El Bogotazo”. Eduardo Umaña Mendoza sostuvo que lo más grave del asesinato de Gaitán no era lo jurídico sino lo político. Más aún sostenía que su asesinato tenía móviles políticos y que los determinadores del crimen pertenecieron al mundo de la política y tenían que ver con partidos tradicionales.
Dentro de su labor, fue defensor de los derechos de grupos jurídicos y sindicales como Sintrateléfonos (Empresa de Teléfonos de Bogotá); de la Asociación Colombiana de Televisión (ACOTV), de miembros del Sindicato de Trabajadores de Telecom (empresa de Telecomunicaciones de Colombia, hoy privatizada), de Sintraemcali (sindicato de las Empresas Públicas de Cali), del sindicato del Acueducto de Bogotá, y de varios miembros ilegalmente detenidos de la Unión Sindical Obrera de de Ecopetrol (USO). El abogó por otros 13 periodistas dominicanos que venían a realizar una capacitación en Colombia y que fueron injustamente detenidos acusados de llegar a Colombia para adoctrinarse militarmente con grupos guerrilleros. Estas acusaciones eran falsas. Eduardo Umaña logró su liberación y posteriormente los acompañó hasta el encuentro con sus seres queridos. Expresó que estas eran familias en su mayoría humildes y que esto fue un acto absolutamente injusto. También llevó por 12 años el caso de los desaparecidos de la Toma del Palacio de Justicia de Bogotá hasta que fue asesinado. Ejerció su labor en Otros casos de ejecuciones extrajudiciales dirigidos en contra de líderes políticos, indígenas arahuacos, estudiantes e impulsó otros casos Internacionales incluso interviniendo como jurista en programas de análisis y reflexión en casos como la dictadura de Pinochet en Chile y la defensa del respeto por los Derechos Humanos a nivel regional. Eduardo Umaña definía que la democracia que se estaba reflejando internacionalmente no era la que se estaba impartiendo. Esta no era una propuesta popular y estaba siendo ejecutada de manera selectiva. La democracia que se predicaba internacionalmente era ajena a la realidad. Veló porque se respetara el derecho a la vida e incluso aportó a la tipificación del delito de desaparición forzada en Colombia pues la falta de jurisdicción aportaba con la impunidad de este delito.
Muchos de los casos que defendió Eduardo Umaña apuntaban a la responsabilidad de las fuerzas militares colombianas y de grupos paramilitares que actuaban en coordinación. Esto lo condujo a amenazas de muerte y a lo que el definía como la “democradura” en donde el desenlace de interferir con estos poderes ponía en riesgo su vida.
Así Eduardo Umaña Mendoza fue asesinado en horas del mediodía del 18 de abril de 1998 mientras su esposa recogía a su hijo para que todos fueran a almorzar juntos. Eduardo Umaña se encontraba en su oficina cuando dos hombres y una mujer, fingiendo ser reporteros de televisión, entraron en su oficina en el Barrio Nicolás de Federman de Bogotá. Una vez ataron y encerraron a su asistente, se dirigieron a él propinándole tres disparos con una pistola automática con silenciador.
Eduardo Umaña Mendoza ya sabía que corría riesgo en su ejercicio profesional, a lo que él mismo respondía: “Más vale morir por algo que vivir por nada”.
La gente siempre pudo contar con él. Muchas personas consideraron a Eduardo Umaña como uno de los mejores abogados que estuvo a cargo y trabajó con importantes casos a nivel nacional e internacional. La gente lo estimaba mucho. Fue una gran pérdida para Colombia. Eduardo Umaña fue una persona ejemplar para la justicia social. Debido a su muerte se realizó un paro Nacional de 24 horas liderado por los sindicatos de la USO y de Sintrateléfonos.
Eduardo Umaña Mendoza fue asesinado por su ejercicio profesional en defensa de las víctimas y de valiente denuncia de varios delitos cometidos por agentes del Estado en alianza con el paramilitarismo. El sabía ya del riesgo que su labor representaba pero siempre hizo valer los derechos de la gente.
El caso por su asesinato cursa en la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación donde no hay resultados que permitan determinar quiénes fueron los responsables del delito y el esclarecimiento de los hechos. Ante esto, se encuentra en curso una petición por su asesinato ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El tiempo continúa transcurriendo y sus seres queridos todavía claman por justicia. La misma por la que Eduardo Umaña profesó y aportó a Colombia. Colombia.
Si usted se encuentra interesado en profundizar en el caso y su evolución puede hacerlo a través de nuestro vinculo de Referencias Bibliográficas o haga click aquí
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